TRES MUÑECAS DE CRISTAL,
ENTRE EL AMOR Y EL DASARRAIGO
Por: Jorge Del Río
Hablemos de amor en medio de la feroz condición humana, hablemos de Tres Muñecas de Cristal, porque respiro amor en esta tú más reciente novela, Andrés. Un amor viejo te cose los pliegues de la memoria y se por tú viento que ayer todo fue mejor, hasta la desdicha, como bien diría Borges.
Cada vivencia que dibujas es de esta manera una acuarela bucólica, una tela con trompos y niños, con sueños y arboles, con tías y ventanas que nos recuerdan al más puro trazo del amor. Fui por las calles hasta lecho de las muñecas y de ternura se hace cada pagina.
Pero el amor como la rosa también tiene sus espinas y Andrés Elías muestra la gran ciudad con sus dientes y fríos, con sus uñas grises que rasgan el corazón del provinciano que llora sus raíces, su barro primero cuando la noche se llena de sirenas trágicas y crímenes vulgares. Esa otra cara del amor hace de Tres Muñecas de Cristal una novela también del desarraigo, del amor y el desarraigo.
Así, Flórez Brum cumple con una novela entera, de ternura y dureza, de pasión y lágrima, de noche y día, una narración de cara y sello como la vida misma, como el arte siempre inédito de vivir.
Sincelejo, Enero de 2010
Cuando el dictador aún sigue allí
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